sábado, 29 de noviembre de 2008

24. Comisión Nacional de Emergencias

Resulta que existe un organismo gubernamental que, entre otras cosas, debe prevenir riesgos generados por incidentes de la naturaleza, tal como las tormentas. De esta forma, por medio de oficinas regionales en todo el país, ven las condiciones de ciertas áreas urbanas y su relación con peligros naturales cercanos, como ríos o quebradas y proponen opciones, sea contruir diques, mejorar los sistemas de desague o de plano mover por completo el emplazamiento urbano a una zona que no tenga esos peligros. Bueno, eso se supone que debería pasar, aunque nuestra CNE se ha dedicado a hacer la de los ricos: acumular plata en sus bóvedas y tirársela tuanis... bueno, eso es harina de otro costal.

Lo cierto es que mi comisión de emergencias personal ha resultado excelente.

Esta quimio, aunque también me cansó mucho, como las otras, de hecho ayer y antier me acosté como a las 6 de la tarde porque no soportaba el sueño, lo cierto es que prácticamente no me ha afectado.

Y con el estreñimiento, como gracias a mis ingenieros de emergencias tenía previstos los efectos, no me ha afectado tampoco, ha tratado de taparme mis vías de evacuación, pero a punta de ciruelas, linaza, papaya y otros menjurjes, no le ha sido posible.

Claro, descubrí que se me están cayendo cejas y pestañas, así que ahorita quedo como la sincejas (la culebra, no vayan a creer que me refiero a las esposas).

El jueves, mi último día de quimio de este ciclo, tuve oportunidad de conversar un poco con Greivin, aquel muchacho del que les hablé hace unos post, y me contaba que su caso fue bien difícil.

El se enteró del tumor en la tibia, porque tenía muchos dolores en la pierna y como es tan joven, los doctores trataron de salvarle el hueso a como diera lugar. Para ello le hicieron varias operaciones de raspado de hueso, injertos y demás inventos modernos, seguidos de operaciones para biopsias y no hubo como. Dice que pasó como seis meses en que lo operaban cada 15 días y él ya estaba harto. Por eso, cuando le dijeron que tendrían que amputarle la pierna, fue para él un alivio.

De la quimio, le sigue afectando muchísimo. Dice que ha bajado mucho de peso porque no puede comer nada, todo lo vomita, y de hecho ahí, mientras nos aplicaban la quimio, pasaba vomitando. Me comenta que su problema son los olores, que no tolera los olores fuertes, porque le dan nauseas y de inmediato empieza a vomitar, incluyendo cualquier comida que haya ingerido.

Sigo agradecido por lo bien que me ha ido. La verdad para mi vomitar es un tema prohibido, me deprime y me destroza emocionalmente, y el hecho de no haber padecido de vómitos ha sido una bendición en si misma.

Ya veremos como siguen marchando el trabajo de mis expertos en emergencias.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

23. Llueve y no es café en el campo

Las lluvias siguen, las inundaciones no ceden y lo malo es que como siempre, es la gente más vulnerable económicamente, la que se ve en serios problemas con estas lluvias. Nuevamente, no hay tormentas serias, solo lluvia, lluvia persistente, demostrando que no hacen falta huracanes para hacer daño. Nuestros aborígenes talamanqueños están entre los más perjudicados de todos. Su pobreza extrema, su ya de por si estado de incomunicación permanente y el poco acceso de los servicios sociales del Estado a la zona, se han visto todavía más profundos con la crecida de ríos y otras aguas traviesas.

Afortunadamente yo sigo con mi casa en un alto... la quimio sigue sin darme ningún efecto aparente. Creo que la homeopatía que me estoy tomando ha hecho lo suyo, porque ni nauseas, ni mareos, y sin necesidad de pastillas.

Y del estreñimiento, pues no le estoy dando oportunidad. Hoy por la mañana, que me sentí medio trancado, tomé nota de la clara señal y ya estoy duplicando esfuerzos con ciruelas (que ahora las como remojadas en jugo de uva, que dicen que es mejor que solas para estos menesteres), más linaza, y demás menjurjes.

Hoy tuve cita con el Fisiatra, que me remitió por fin a la Clínica de Amputados para iniciar el proceso de adaptación a una prótesis para mi pierna derecha. La noticia menos agradable fue que la clínica tiene campo hasta abril del 2009, con lo que mi esperanza de regresar al Banco en marzo para trabajar como nuevo, no será tan clara. Ya veremos que pasa.

Por lo pronto, sigo agradecido por estas lluvias benévolas que me tocan y por tanto cariño que recibo a diario.

martes, 25 de noviembre de 2008

22. Nuevas lluvias

El meterológico no se equivocó esta vez. Regresaron las lluvias, copiosas, insistentes, incidiosas en el Caribe, donde se confabularon con ríos y mares, para mojar las entrañas de las casas de tanta gente buena... mucho dolor y mucha impotencia ante eventos naturales que no dejan que un murillo de piedra los intimide.

Mis lluvias regresaron también, hoy inicié mi tercer ciclo de quimioterapia. Correspondía que lo iniciara ayer, pero el chunche con el que mezclan los venenos, para darme el cóctel apropiado se jodió (hoy leí un post del blog de Mariano y quedé con un espíritu tico alborotado!!), así que empecé hasta hoy.

Pero curiosamente estas nuevas lluvias me recordaron mucho a mis lluvias de antaño.

Siempre que veo un aguacero, algo se me deshace por dentro... siento una admiración y un orgullo y un no se qué por dentro que me enamoro una y otra vez. Cuando era un niño, mi diversión favorita era ver como en los aguaceros el agua pegaba en las ventanas de la casa y caía por el cristal formando y deformando la realidad del mundo exterior. Cuando tuve más edad para que mamá no pudiera impedirme salir en un aguacero con los clásicos argumentos de miedo materno sobre la relación, inexistente, de los resfríos y la lluvia, pues me empecé a tirar de cabeza a los aguaceros. Cuando llovía, salía de la casa y me iba a caminar, sin paraguas, solo a caminar y a mojarme, a sentir el agua cayendo sobre mí, mojándome, cubriéndome, protegiéndome... me sentía tan bien...

Ya de grande nunca he cedido a la tentación de usar paraguas. Cuando debo mojarme, me mojo y dejo que mi cuerpo seque mi ropa... nuevamente siento algo muy agradable.

No es que ya me esté haciendo fan de la quimioterapia, ni mucho menos, pero me siento bien, la lluvia no me ha hecho daño, no se ha convertido en tormenta, y eso es de agradecerse.

lunes, 24 de noviembre de 2008

21. Un rojo por un hermano

Cuando las tormentas se pasan de tormentosas y dejan damnificados por doquier, surge espontáneamente una necesidad de hacer algo en todos los que comparten algún vínculo con las víctimas: coterráneos, familiares, compañeros de religión o de algún otro grupo. Por lo general se organizan campañas de "solidaridad" que son algo así como un antiácido que ayuda a que las conciencias de todos aquellos que sentían la necesidad de hacer algo, sientan que ya lo hicieron y por lo tanto vuelvan a su vida normal.

Esto suena feo, lo se, pero últimamente he meditado mucho sobre este tema particular.

La semana anterior en el programa Buen Día, una señora que probablemente tenga mi misma edad, que perdió un hijo por una muerte trágica durante un asalto, decía que lo peor que le pasa a los familiares de las víctimas es que se quedan solos. Durante unos días, todos quieren estar con ellos, quieren mostrar su solidaridad, dejarles saber que cuentan con ellos, pero al poco tiempo, ya nadie llega a visitarlos, la gente ha regresado a sus actividades y preocupaciones rutinarias, y ya el asunto ha pasado de ser la novedad, para convertirse en un lejano recuerdo. Ella mencionaba que si algo era importante en momentos tan difíciles, era contar con el contacto personal con otra gente que, aun sin decir nada, esté ahí para sentirla cerca, para ayudar a superar el enorme vacío de la pérdida de un hijo.

Yo no quiero comparar mi caso con la pérdida de un hijo, siempre he pensado que talvez no haya ninguna pena igual a esa pérdida, sin embargo, si existe una gran similitud entre lo relatado por esa señora y lo que yo he vivido.

Cuando iba a iniciar la quimioterapia, Lucas, el otro hijo de Scarlett, me dijo el mensaje más sincero, puro y verdadero que he recibido en todo este proceso. Lucas me dijo: "Pero lo más importante de todo en este proceso no es la gente que piensa en tí sino TU lucha en contra del cancer. Yo, aunque fue de niño, me di cuenta que el único que puede realmente empujarte a la victoria es uno mismo."

Esto es un camino solitario.

En algún momento de toda esta tormenta, llegaban tantos amigos y familia a mi casa, que habían grupos de 10 o 15 personas, todos los días de la semana. Cuando estuve en el hospital, hasta causaron un problema con la seguridad porque se colaban de cualquier forma imaginable y al final habían 8 o 10 personas conmigo, cuando solo podía estar una persona.

Pero con los días, la gente dejó de venir, de llamar y de escribir.

Han sido muy pocas las personas que siguen contactándome por email o por teléfono y todavía menos los que me visitan en mi casa. Casi es un grupo reducido a mi familia más cercana, esa que nunca te deja atrás a pesar de cómo uno ha sido con ellos.

Y es que durante meses, el apoyo de tanta gente de verdad fue importante, me daban ánimos y energía y fueron los responsables de que superara con tanta facilidad todo el tema de mi amputación.

En estos días de quimio, ha sido muy frecuente encontrarme deprimido y hecho leña, más que por las reacciones de los venenos, por todas las cosas que se me vienen a la cabeza con tanto tiempo libre. Un aire fresco entre tantos nubarrones han sido mis compañeros del colegio, que luego de 22 años de no verlos, han estado en contacto conmigo, me han estado visitando y con ello he tenido hermosos momentos recordando ese pasado tan romántico que es la adolescencia.

Yo se que muchísima gente está preocupada por mí, aunque no tenga contacto directo conmigo, se que mucha gente eleva oraciones con su mayor fé por mi pronta recuperación y eso lo agradezco de corazón, pero en verdad no es sino hasta ahora que he encontrado la profunda verdad en las palabras de Lucas: esto es una lucha personal y es uno quien debe vencer.

viernes, 21 de noviembre de 2008

20. Alisios

Los alisios, son vientos que nos llegan del norte y que comúnmente nos anuncian la llegada de las épocas navideñas. Curiosamente, el flujo atmosférico que provocan, genera grandes bloques de baja presión, al igual que en las tormentas, pero a diferencia de estas, que se hacen acompañar de mucha agua y luego de mucha velocidad de aire, hasta degenerar en huracanes, los alisios ocupan el espacio generado por la baja de presión, moviendo el aire con una velocidad baja, pero además poblando el espacio con el aire frío del que se componen.

Ya llegaron los alisios y la primera y más importante noticia es que se llevaron definitivamente mis constipaciones... eso es maravilloso.

En estos días he pasado muy bien, descansando todo lo que he podido. El sábado tuve la visita de Marce con su Michel y fue excelente, tanto tiempo sin verla y sigue siendo la misma de aquellas aventuras teatrales en los noventas... El domingo pasamos un día familiar muy hermoso, en ocasión de la primera comunión de mi sobrina. El martes me tocó mi ahora habitual visita al dentista que está haciendo un esfuerzo casi milagroso por reconstruirme mis dientecitos y hoy por la mañana fui a hacerme los exámenes de sangre para verificar que estoy en condiciones de recibir mi nuevo ciclo de quimio la próxima semana.

Si todo va bien, el cuarto ciclo será a mediados de diciembre, lo que me dará tiempo de recuperarme para disfrutar las fiestas de fin de año, eso me alegra bastante. Los últimos dos ciclos serían en enero, a principios y a finales, por lo que luego del mes de reposo en febrero, regresaría a trabajar en marzo!!! eso también me hace muy feliz.

Por último, no puedo dejar de compartirles una receta de brownie que me pasó Scarlett y que está sencillamente genial:

Necesitan lo siguiente:

1 taza para café
4 cucharadas de harina
4 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de cocoa
1 huevo
3 cucharadas de leche
1 cucharada de aceite
3 cucharadas de chocho-chips (opcional)
Vainilla al gusto

Se añaden los ingredientes secos dentro de la taza y se mezclan con un tenedor. Se añade el huevo y se mezcla vigorosamente. Se añade la leche, el aceite, los choco-chips y la vainilla y se vuelve a mezclar. Se pone 3 minutos en el microondas, se deja enfriar y se vacía en un plato.

La mezcla crece como el doble pero no se sale de la taza, no se preocupen... y está sencillamente deliciosa, apenas para disfrutar con un vaso de leche en estos fríos pre-decembrinos.

sábado, 15 de noviembre de 2008

19. Paloma por dentro

Paloma fue el XVII ciclón tropical de este año y el VIII en convertirse en huracán. Se formó el 5 de noviembre y se disipó el 10 de noviembre. El origen de esta depresión tropical se dió en la costa de Belice el 3 de noviembre, cuando un sistema de baja presión chocó con las masas de aire caliente e inició su proceso de acumulación de lluvias y aceleración de vientos, llegando a tener flujos de aire corriendo a más de 200 km/h cuando tocó tierra en Cuba.




Yo tuve la semana pasada mi propia Paloma, pero por dentro.

Todo el proceso de dolor que me generó el estreñimiento, me ocasionó un quebranto importante en mi de por si frágil estado de ánimo. El sábado, tras horas de dolor intenso, rompí en un llanto que, como Paloma, fue creciendo hasta convertirse en un huracán emocional.

Primero lloraba de dolor, pero luego lloraba de coraje, de frustración y de recriminación hacia un universo que me ataca por uno y por otro lado. Creo que el momento pareció propicio a mi psique para revelar todo el resentimiento que he guardado por meses, provocado por todo lo que me ha sucedido.

Ya me esperaba que algo así pasara, porque la verdad es que he tenido un proceso consciente de asimilación de la crisis muy fuerte, que no me ha dado espacio a quebrantos y todo esto siempre carga nuestro saco de atrás, la sombra de Jung, con el dolor que no se manifiesta. Al final de la noche del sábado, cuando por fin pude deshacerme del bloqueo en mi intestino grueso, creo que también me deshice del bloqueo en mi cuerpo emocional.

Desde entonces mi ciclo digestivo ha regresado a la normalidad y eso se que es muestra de la tranquilidad que ha llegado también al mar de mis emociones.

Por otro lado, desde el jueves de la semana anterior, hasta el jueves de esta semana, estuve asistiendo a sesiones de terapia física, que aunque me dejaban eshausto, me han ayudado mucho. Tengo que seguir haciendo ejercicios para fortalecer brazos y piernas, con la intención de que pueda manejar una prótesis cuanto antes. La idea de volver a caminar de una forma más normal, ahora lo hago con apoyo de una andadera, me tiene muy emocionado. Tengo toda la convicción de regresar a la normalidad cuanto antes, y por eso estoy poniendo de mi parte para que ese sueño sea una realidad muy pronto.

Ayer tuve cita con el oncólogo, quien ya me programó mi siguiente ciclo de quimio, que será el 24, 25 y 26 de noviembre. Eso significa que el cuarto y último del año será por ahí del 15 de diciembre, dándome tiempo para reponerme y disfrutar de buena forma las fiestas de fin de año... buen detalle del calendario a mi favor.

Ya tengo los datos de la quimio que me ponen: en cada ciclo me ponen una dosis de cisplatino y tres dosis de birrubicina.

He añadido a mi dieta de sombrillas y paraguas, linaza en agua, para favorecer mi proceso digestivo. También iniciaré esta semana un tratamiento homeopático que tiene por objetivo reducir los efectos de la quimio, sobre todo me causa mucha esperanza que me pueda eliminar al máximo las náuseas para dejar de tomar GRAVOL, y por otro lado buscará ayudar a las funciones renal y hepática, siendo ambas las más afectadas con la quimio, sobre todo con el cisplatino. Ya les contaré como me va.

Estaré vigilando mis zonas de baja presión y ya les pasaré el reporte.

domingo, 9 de noviembre de 2008

18. Constipado

Cuando las tormentas duran mucho, la gente suele constiparse, que en pocas palabras quiere decir que hay un montón de resfriados por todos lados, esparciendo virus para arriba y para abajo.

Sin embargo, en estos días me tocó descubrir cruelmente, la cara oculta del constipado, que es el sinónimo de estreñido.

El jueves y el viernes tuve terapia física, misma a la que literalamente sobreviví, porque nuevamente, tal y como me pasó en el primer ciclo de quimio, me dio durante esos días, muchos mareos y nauseas.

Pero esta vez, a diferencia de aquella, en la que hasta diarrea tuve, me dio un estreñimiento atroz que aun no me suelta.

Yo siempre he tenido un ciclo digestivo privilegiado, que nunca me ataca con nada, ni gastritis, ni colitis, ni estreñimiento, nada. Pero desde que inicié la quimio, no podía defecar; no fue sino hasta el jueves, cuando luego de varios intentos fallidos y de padecer dolores impresionantes, algo salió, pero no todo, sino que la tortura ha continuado durante los demás días.

Al parecer uno de los efectos esperados de la quimio es que endurezca y seque las heces, con lo que se hace difícil la evacuación.

Que cosa más terrible. Hoy, luego de tés, pastillas, y hasta supositorios, nuevamente tuve un reencuentro con dolores que hasta ahora nunca había padecido... con decirles que hasta me descompuse y caí al piso, afortunadamente no en forma estrepitosa, pero si fue espantoso.

Creo que entre las cosas que me han tocado padecer, el estreñimiento es una que espero pase pronto y no vuelva nunca.

Vamos a ver que dice mi colon mañana.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

17. Chaparrón

Hace años, cuando estaba en la escuela, me encantaba pasar mis vacaciones donde mi abuelito Ignacio. El fue quien al final me explicó que significaba eso de un chaparrón. Resulta que si una llovizna de pronto amenaza con convertirse en un aguacero, pero ese intento solo dura muy poco, y tras un breve espacio de mucha agua, vuelve la normalidad, pues fue un chaparrón lo que pasó.

Ayer por la noche mis lloviznas se tiraron con ganas de hacerme un tormentón enorme, me dieron unas náuseas locas, que por poco creí convertirse en tormentosos vómitos, pero gracias a la GRAVOL lo detuve a tiempo y no dejé que pasara de un simple chaparroncillo, claro, al final me dejó unas agruras espantosas, como quien dice el camino embarrialado, pero logré sortearlo con unas buenas botas de hule, unas pastillillas que se llaman algo así como Alumhidroxal que me detuvieron las agruras al momento, y así disfruté de un buen sueño reparador, para mi proceso de hoy.

Y hoy, todo estuvo muy bien, nuevamente salí muy pronto, la sesión duró menos de una hora y hoy me he sentido muy bien, un poco cansado y con algo de agruras, pero muy bien.

Espero que hoy sea una noche libre de chaparrones, porque mañana inicio la terapia física pre-prótesis, que aunque no estoy seguro de en qué consiste, me suena a ejercicios y esos de fijo requerirán que goce de buena energía para no caer en cruz por el esfuerzo (jijiji). Ya les contaré como me fue, ya que la terapia es temprano.

martes, 4 de noviembre de 2008

16. Lloviznas

Pues muy a menudo sucede que las tormentas que se anuncian se quedan en lloviznas, que en realidad llegan a refrescar las tardes calurosas y a traer aire fresco a nuestras ventanas.

Estos días han sido hermosas lloviznas en mi vida.

El sábado, Walter y Martha me complacieron un antojo de Rice & Beans que tenía, fue un almuerzo suculento en el que de verdad disfruté no solo de la comida, sino de la compañía. Por la tarde vino Carlitos con Erika y tal como lo prometió, se encargó de mi rape, mismo que además me alivió el dolor que tenía en el cuero cabelludo cada vez que me tocaba el cabello, no se cual será la relación, pero me resultó aliviador. Además, modestia aparte, tengo una coca preciosa, ya está tomando brillo y todo!!

El domingo fue genial, vinieron mis excompañeros del Colegio, a los que no veía desde hace 22 años, y la verdad pasamos un rato genial. Fue impresionante que la conexión de amistad estuviera ahí, latente, y renaciera como si nunca se hubiera suspendido. Además ver a sus hijos y parejas fue excelente... da una perspectiva diferente de cada uno de ellos, más allá de lo que uno pudo haber esperado allá por el '86...

Por cierto, ya puedo leer nuevamente!!!! eso me tiene muy feliz, porque de verdad me hacía falta. Terminé el libro Las Voces del Desierto de Marlo Morgan, que estaba genial. Ahora estoy por terminar de releer una joya literaria de principios del siglo XX, de un uruguayo visionario, don José Enrique Rodó, la perla se llama ARIEL, se los recomiendo. Además ya tengo en fila el famoso Secret de Rhonda Byrne, vamos a ver que tal está.

Ayer inicié mi segundo ciclo de quimio, fue super cansado porque los líquidos tardaron seis horas en ingresar a mi organismo, pero me tiene super feliz que no me ha dado ninguna molestia, en absoluto, ni dolor de cabeza, ni mareos o náuseas, absolutamente nada. Hoy fue mi segundo día; tanto hoy como mañana me ponen solo uno de los químicos, por lo que salgo mucho más rápido. Hoy tardé solo 45 minutos y sigo sin ningun síntoma. De verdad estoy muy contento por ello.

Estas lloviznas se disfrutan de verdad.

sábado, 1 de noviembre de 2008

15. Depresión Tropical


Y bueno, hay de tormentas a tormentas. La depresión tropical por ejemplo, es una condición atmosférica en la que una fuerte baja de la presión atmosférica genera primero la circulación acelerada de vientos en torno a la depresión, y luego atrae hacia sí toda la humedad del aire, producto del ciclo de evaporación del agua, generando grandes masas de lluvia en esa hélice en movimiento. En otras palabras, cuando en el trópico, llámese Mar Caribe, al aire le da por deprimirse, pues no se guarda sentimientos en ningún lado y llora a mares...

Ya mi meteorológico personal tiene avistada la siguiente tormenta tropical en mi cielo, que iniciará con la quimioterapia el próximo lunes, martes y miércoles. Mi segundo ciclo ya. Claro, a diferencia de la primera tormenta, ya en esta estoy preparado, con fuertes paraguas y sombrillas (estoy tomando hasta homeopatía) y además con el impermeable maravilloso que me han regalado familia y amigos con su amor incondicional. Así que espero que la depresión sea solo en la atmósfera... por lo pronto, ya el jueves por la noche inició una llovizna que no me esperaba en absoluto: se me empezó a caer el pelo. Como inicialmente no se me había caído, ya no tenía previsto que se me cayera, pero entre ayer y hoy se me ha caído como la mitad del cabello sobre mi cabeza. Me lo iba a rapar ayer mismo, pero Carlos me pidió que me esperara porque él quería raparme hoy, así que le di un tiempo fatal hasta las tres de la tarde (jijiji), si no viene, me rapo yo mismo. No quiero verme parches de pelo en la cabeza, no me haría nada bien al ánimo.

Y como diría doña Pilar Cisneros, en otro orden de cosas, el miércoles fui al Centro Nacional de Rehabilitación a mi primer cita en pos de una prótesis que sustituya mi pierna derecha. El fisiólogo me indicó que el muñón (nótese el nombre actual de lo que en otrora fue mi pierna) tiene condiciones ideales para una prótesis, sin embargo tiene mucho tejido adiposo alrededor del hueso que debe eliminarse previamente al uso de una prótesis, por lo que el próximo jueves inicio una serie de terapia para fortalecer los músculos de brazos y pierna izquierda y además de aprendizaje para hacerme un tipo de vendaje que contribuye al adelgazamiento de los tejidos de ese muñón. Según me indicó el doctor, estima que en unos seis meses ya cuente con mi propia prótesis y por lo tanto esté caminando por mis propios medios. Buena noticia.

Por otro lado ayer fui al Banco y subí hasta mi oficina en el noveno piso. Para los que no conocen donde trabajo, mi oficina está en el noveno piso de un edificio que solo tenía ocho pisos y que por ende el ascensor solo llega hasta ese piso. Luego se le añadieron oficinas en lo que era la azotea y que ahora es el piso 9, al que solo hay acceso por medio de escaleras. Ayer subí por las escaleras y aunque al final tuve una pequeña caída de rodillas, cuando perdí el balance, justo en el último escalón, lo cierto es que subir hasta mi oficina luego de más de cuatro meses de no poder verla, me hizo sentirme muy bien conmigo mismo. Fue un logro personal difícil de explicar, pero que me hizo sentir inmensamente feliz conmigo mismo. Para bajar me fue mucho mejor, porque algunos amigos me ayudaron, así que bajé sin inconvenientes.

Por ahora, espero que con la rasurada de cabeza de hoy, cesen las lloviznas hasta el lunes. Ya veremos como se comporta el tiempo.