sábado, 9 de mayo de 2009

39. Los hitos

Uno no supera las desgracias de un día para otro. Se sale del lodazal un paso a la vez. Por eso, los que saben de estos temas, recomiendan a quienes han sufrido el embate de las fuerzas de la naturaleza, que vayan poco a poco poniendo hitos en su vida diaria. Marcadores que sirvan para ir reconciendo los avances, que con el día a día a veces se nos pasan por alto y que perfectamente nos pueden confundir, pareciéndonos que no avanzamos y que la vida se ha detenido. Cuando logro sacar el agua de mi casa, declaro un hito. Cuando limpio los muebles y los pongo en su lugar, declaro otro. Cuando ahorro lo suficiente para comprar un nuevo refrigerador, un hito más. Los hitos pueden verse hacia atrás, puedes comprender con claridad, cuanto has avanzado.

Yo tengo mis hitos.

Mi primer hito fue en mi cumpleaños de este año. El 10 de febrero. Ese día me di cuenta nuevamente, de que estaba vivo. Recién concluía la quimio y entendí que el cáncer no me quitó ese año adicional de vida.

Mi segundo hito lo marcó alguien que tiene mi corazón a su cuenta, para que haga con él lo que quiera. Marcia. Ella solita, me ha levantado una y mil veces, sin quejarse, sin hacer muecas, con amor y de forma desinteresada. Cuando hace unas semanas rescató un proyecto que para mí era casi mi vida, tuve que dejarle mi corazón en garantía, porque ya no tengo como pagar todo lo que ha hecho.

Mi tercer hito se dio el 1º de abril, cuando oficialmente regresé a trabajar. Ya llevaba dos semanas llendo al trabajo para recuperar la costumbre, pero en forma oficial, ese día volví a mi trabajo en el Sindicato. Desde ese día, cada minuto de trabajo, cada segundo conversando con la gente, cada fracción de segundo preocupado por la falta de justicia en las relaciones laborales, me hace sentir que sigo siendo el mismo que fue a trabajar el 23 de junio del 2008, el mismo que con dos piernas subió a la oficina y atendió los asuntos que urgían... porque siempre urge algo. Siento como, aun con una pierna menos, sigo siendo yo, Rolo, sigo emocionándome cuando algún compañero tiene un éxito, sigo preocupándome cuando se va a despedir a alguno otro, sigo enojádome cuando no encuentro atención a mis ruegos... soy yo. Tengo una parte menos de mi cuerpo, pero sigo siendo yo.

El cuarto hito se dio poco después de regresar al trabajo. El 22 de abril empecé a utilizar el liner, una especie de funda de hule, que debo poner en mi muñón, para sujetar posteriormente la prótesis. Probablemente lo utilizaré todavía durante todo el mes de mayo, antes de que me pongan la prótesis, para que el muñón vaya adquiriendo el tamaño ideal para utilizar la prótesis. La prótesis será para mí un símbolo de independencia. Actualmente me desplazo con la silla de ruedas, y eso limita mis movimientos, no solo a los lugares donde la silla quepa, sino a los que pueda llegar en la silla, sea por propio impulso, o porque me lleven. Hay momentos en los que me desespero, de verme casi encerrado en mi casa, sin poder salir, porque no tengo como irme por mi propio pie. Por eso, a pesar del gran dolor que me ha producido el liner, ya que me ha quemado y hasta roto, la piel del muñón, soporto las incomodidades con gusto.

Seguiré poniendo hitos, seguiré caminando, seguiré viviendo...

1 comentario:

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Me alegra mucho saber que ya estas trabajando.

Ciertamente, a pesar de las circunstancias, nuestra esencia se mantiene intacta. Por que como leí un dia de estos, no son las circunstancias lo que me definen, si no yo misma.

Tambien he tenido mis hitos, lo que me han ayudado a ver cuanto he avanzado, cuanto he caminado en mi vida, y al volver a ver hacia atrás, me doy cuenta que he ido dejando muchas cosas atrás, que he superado dolores, frustraciones, decepciones, y voy cada dia dando un paso mas a la felicidad.

Me encantó este post Rolito

Saludos